miércoles, 26 de enero de 2011

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En la pequeña ciudad de los lamentos, todo es gris, las nubes, los edificios y las grietas por las que cae el agua negra repugnante
Aun aquí puedo encontrar en cada rincón el frio y seco ambiente que todo lo atrapa, pulverizándolo entre sus dedos…
El cansancio, el agotamiento y el frecuente dolor que punza y recorre toda mi espina dorsal…
Lentamente se va asta incrustarse como un insecto en mi pecho…
Todo, absolutamente todo, cae podrido al piso, incluso lo que conforma parte de mí…
Todas las extremidades arrastrándose como larvas por el piso, Transmutando en un dolor sumamente nuevo y desconocido…
Ahogándome a cada segundo con el agua negra que llega hasta más arriba de mis oídos
De alguna forma es todo lo que alguna vez pedí, todo lo que desee ahora se voltea dejándome en la nada…
En la calle central, la que me lleva deliberadamente al punto cero.
Entre toda esta niebla, este viento frio que recorre cada uno de nuestros huesos y músculos
Escondiéndose de todo… nace una flor con apenas si una gama de colores, colores tan muertos…
Pero mucho mas vivos que todo lo que aquí se puede crear, todo lo que aquí existe o existió…
Respirando sobre la flor mas colorida y desapercibida de la ciudad de los lamentos.
La tomo entre los dedos, oliéndola con suavidad, dejándome conducir con su aroma…
Todo desaparece sin mi… o todo tan solo yo me desvanezco entro todo…
Es el tercer grito de esta semana.

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